El Harem del Emperador - 33. Carne de orcos y Secuelas
[POV: Vettel]
– Cómo demonios se le pudo ocurrir un plan tan estúpido ¡Ese muchacho idiota! El dios Zed ya prácticamente está tocando a su puerta y el sigue sin arrepentirse ni un poco por sus acciones. Primero la madre y ahora el hijo… ¡Va! A veces siento que yo soy la estúpida por esperar que el cambie algún día. – Doc. Befana
– (murmullos) – Sombra
– No, no sabremos si hubo daños en su cerebro, hasta que despierte. Odió admitirlo, pero el doctor Samson es mucho más sabio que yo en esta área. – Doc. Befana
Lentamente abro los ojos a media que voy recuperando la conciencia. Casi inmediatamente reconozco una de las dos voces, que se encuentran conversando no muy lejos de mí. Sintiéndome intrigado decido fingir que sigo dormido, mientras que discretamente doy un vistazo.
Como lo esperaba mis ojos se encontraron con la figura de una anciana que parece una bruja de cuento de hadas.
– (murmullos) – Sombra
– ¡No! ¡Definitivamente no! Incluso si llega a despertar sin secuelas. Válgame dios ¡Incluso si fuera un joven completamente sanó! ¡De ninguna manera recomendaría volver a alimentarlo con carne de orco! – Doc. Befana
[¿Alimentar a quien con QUE?]
Habiendo escuchado un dato bastante inquietante casi me pongo de pie, para protestar en voz alta. Sin embargo, aún no conocía la identidad de la persona con quién la doctora se encuentra hablando. Fuera quien fuera se encontraba fuera de mi ángulo de visión y lo único que podía alcanzar a observar era su silueta a través de la cortina que colgaba del dosel de la cama.
– (murmullos) – Sombra
– ¿Que no fue para tanto? ¡¿Que no fue para tanto?! ¡El niño estuvo a punto de explotar en mil pedazos! No tienen ni la más remota idea de lo afortunado que fue de que su maná logrará abrir a la fuerza una ruta hacia sus testículos. Su núcleo tiene almacenado 18 años de maná casi intactos acumulados. Alimentarlo con la carne de orco fue como pinchar el hinchado cuerpo de un Wist esperando que no exploté ¡Simplemente una estupidez! – Doc. Befana
Mis cejas se fruncieron inconscientemente al escuchar la palabra “explotar en mil pedazos”, pero aún así continúe fingiendo con la esperanza escuchar más información importante.
– (murmullos) – Sombra
– Escribe todo lo que quieras en tu reporte. Él sabe que no puede hacer nada para amenazar a una anciana como yo, es más, dile a Fergus que, si sigue jugando con la vida del niño yo cortaré lazos de manera definitiva con los humanos. – Doc. Befana
Después de esa última oración la habitación quedó en silencio por algunos segundos.
– (murmullo) – Sombra
Después de decir lo que pareció algún tipo de despedida, la silueta comenzó a encogerse antes de desaparecer en el suelo.
– Enserio, mandando a tus espías en vez de enfrentarme, no has madurado ni un poco Fergus. A veces me preguntó ¿Qué fue de aquel tierno niño que solía rescatar animales heridos como pasatiempo? – Doc. Befana
Tras lanzar ese comentario al aire la doctora Befana procedió a darse lentamente la vuelta, a lo que yo rápidamente reaccione cerrando los ojos y fingiendo dormir profundamente.
– [espías eh…] – Vettel
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Después de fingir por más de una hora, decidí que ya era momento de despertar y afrontar toda la mierda médica que me esperaba.
Y claro como era de esperarse, planeaba guardar en secreto toda la información que obtuve gracias a mi pequeña actuación. Ahora que sabía que posiblemente había alguien usando magia para espiarme todo el tiempo, tenía que reformular mi plan. Realmente había sido demasiado descuidado al no pensar en esa posibilidad hasta hora.
– Haremos un chequeo rápido para asegurarnos de que no haya algún daño que pudiéramos haber pasado por alto. Le mostraré unas tarjetas y usted tiene que decir que es lo que ve en ellas en el menor tiempo posible ¿Comprendió? – Doc. Samson
– Comprendo Doc. Tengo algo de jaqueca, pero aún escucho bien. – Vettel
Después de sobrevivir al examen físico completo (y a la administración de múltiples medicamentos de dudosa procedencia) me encontraba frente al último examen de la mañana. Al parecer al doctor cara de papa, aún le preocupaba que el colapso de anoche pudiera haberme freído uno o dos cables.
– Muy bien aquí vamos. – Doc. Samson
– Taza – Vettel
– Mesa – Vettel
– Escudo – Vettel
– Sombrero – Vettel
– Zeta – Vettel
– Pluma – Vettel
– Iota – Vettel
– … ¿Eso es un animal? – Vettel
Inconscientemente incliné la cabeza ante la imagen de lo que parecía ser la cruza de un hurón y una serpiente… De hecho, ahora que lo pienso, me he enfocado tanto en aprender todas las mierdas burocráticas del imperio que me he olvidado por completo de investigar cosas como la fauna o las razas que habitan este mundo.
– Si no puede identificar la imagen en la tarjeta puede decir paso. – Doc. Samson
– … Muy bien paso. – Vettel
– Silla. – Vettel
– Barco. – Vettel
– Delta. – Vettel
Seguí respondiendo sin problemas a medida que el doctor mostraba sus tarjetas. Con la única excepción de las tarjetas de animales, pude reconocer y responder a todas sin problemas.
– Muy bien joven maestro eso sería todo el examen por ahora. – Doc. Samson
Solté un fuerte suspiro de alivio, cuando vi al doctor cara de papa y compañía preparándose para abandonar la habitación.
* Golpe* Golpe * Golpe *
Pero entonces la persona que más esperaba ver al fin hizo acto de presencia.
– Doctor Samson ¿Cómo se encuentra el joven maestro? – Claudia
Apenas Claudia entro a la habitación crucé los brazos y fruncí el ceño, para mostrar mi disgusto.
Sabía que me estaba comportando de forma bastante infantil, pero dadas las circunstancias era la única postura que podía tomar. Así que calmadamente, vi a ambos conversar mientras hacía pucheros.
– Por mi parte me alegra informarle que no hay nada nuevo que agregar al diagnóstico médico de la doctora Befana. Su cerebro parece estar funcionando bien y gracias a la magia sagrada de su santidad, pudimos evitar que se presentará necrosis en sus genitales. – Doc. Samson
– ¡¿Heeeeee?! – Vettel
Ante tan inquietantes palabras, terminé lanzando un grito de terror a la vez que rápidamente levantó las sábanas y miró dentro de mi ropa interior.
Para mí fortuna mi hermano menor se encuentra bien… Un poco adolorido e inflamado, pero bien. Aunque por otro lado una revisión más a fondo reveló, que mis bolas ahora eran más grandes que antes.
– (toser) Como estaba diciendo. Fuimos muy afortunados de que… – Doc. Samson
– ¡¡¡Afortunados mi trasero!!! – Vettel
Irritado por todo este teatro terminó levantando la voz en protesta.
– Maestro Vettel por favor conserve la… – Claudia
Apenas Claudia intenta intervenir no sé lo permito.
– ¡¡¡No!!! ¡¡¡No me calmare, solo por qué tú me lo pidas Claudia!!! ¡¡¡Ustedes me envenenaron!!! ¡¡¡Trataron de matar a mi hermano menor y a MI de paso!!! – Vettel
Ante mi repentino arrebato, Claudia perdió la compostura por un momento. Lo cual no es ninguna sorpresa, después de todo nunca antes le había gritado en mi vida.
Incluso en los viejos tiempos cuando hacía uno que otro berrinche, nunca fui lo suficientemente enérgico cómo para levantarle la voz.
De hecho, ahora que lo recuerdo incluso cuando me enojaba mucho porque ella no me dejaba jugar en la nieve con Teodora yo …
–¿Espera QUE? – Vettel
Apenas me percató de la anomalía dentro de mi cabeza, yo intento ahondar más en mis recuerdos.
Pero… Mis recuerdos de mi niñez no están.
Y Cuando me refiero a mis recuerdos de la niñez, me refiero a los recuerdos de mi vida en la tierra.
Todas mis memorias de antes de entrar en la secundaria no están.
Y cuando digo todo, es todo, incluso el recuerdo más tenue a desaparecido.
En su lugar… ¡En su lugar recuerdo mi infancia aquí en el palacio ámbar!
¡La infancia que ha vivido este cuerpo aquí!
¡La infancia de Vettel!
Ante el shock causado por esta revelación, sostengo mi cabeza con ambas manos mientras trató de no caer en una crisis existencial.
Llevaba tanto tiempo apartando la vista de esta caja de gusanos, que ahora que por fin llega la hora de abrirla, simplemente no sabía ni por dónde empezar.
– Maestro Vettel. – Claudia
Yo morí, de eso no me cabe duda.
– Maestro Vettel. – Claudia
Y cuando me refiero a “Yo” hablo del yo de la tierra.
– Por favor, responda maestro Vettel. – Claudia
Pero entonces reencarne en el cuerpo de Vettel. Aunque tengo el cuerpo de Vettel internamente sigo siendo “Yo” gracias a qué no tengo los recuerdos de Vettel.
– ¡Maestro Vettel si esto es una broma se lo ruego, por favor paré, me está asustado! – Claudia
Pero si los recuerdos de Vettel reemplazan los míos como ahora. Entonces… ¿Estaré muriendo de manera definitiva?
– ¡¡¡Maestro responda!!! – Claudia
– ¿He? – Vettel
Repentinamente soy sacado de mis pensamientos cuando, Claudia me toma por los hombros y me sacude. Sus ojos violetas se encuentran a pocos centímetros de los míos. Al parecer ella en algún momento se subió a la cama y se colocó gusto enfrente de mí.
– ¿Que sucede Claudia? – Vettel
– ¡¡¡Esa es mi pregunta!!! – Claudia
Claudia finalmente rompe en llanto, mientras abraza mi cabeza hundiendo mi rostro en su pecho.
– ¡Usted se quedó con la vista perdida y no respondía a nada! ¡A nada! ¡Incluso cuando el doctor Samson paso su mano frente a su rostro, usted no reacciono en lo absoluto! – Claudia
Claudia siguió abrazándome con fuerza sin mostrar ni un poco de reserva.
[ Cielos, esto sería bastante incómodo si no fuera yo un completo lolicon.] – Vettel
Esos pensamientos pasaron por mi cabeza mientras trataba de evitar asfixiarme en los pechos de Claudia.
– Es suficiente Claudia, lo digo enserio. Tu pecho me asfixia. – Vettel
Afortunadamente mis ahogadas súplicas llegan a oídos de Claudia quien relaja su abrazo en respuesta.
– Maestro Vettel ¿Qué fue lo que sucedió? ¿Porqué de repente entró en transe? ¿Fue algo que dijimos? Por favor diga algo lo que sea y yo lo arreglaré, juro que lo arregle, solo por favor no me abandone de nuevo, por favor. – Claudia
El rostro de Claudia permaneció a poca distancia del mío mientras ella sollozaba negándose a liberar mi cabeza.
Verla derramar lágrimas, desde el fondo de su corazón por mi realmente me puso difícil permanecer enojado con ella, así que desistí de ello.
– Es solo que… -Vettel
Me tomé una leve pausa para analizar si era una buena decisión revelar que podía recordar.
– (suspiro) – Vettel
Pero después de un rápido tira y afloja entre ventajas y desventajas decidí darle un consuelo a Claudia para que dejara de llorar.
– Es que acabo de recordar que, le debo a Tea una disculpa por decirle que da miedo a pesar que le prometí tantas veces que no lo volvería hacer. – Claudia
Solo eso bastó, una simple oración fue suficiente para hacer que los ojos violeta de Claudia recuperarán su brillo.
– ¿Usted acaba de? – Claudia
Sin esperar que ella terminará su oración respondí sintiéndome un poco avergonzado.
– Ella sigue siendo una llorona después de tantos años y a pesar de convertirse en un caballero… ¿Crees que ella realmente se tomó enserio mi promesa de casarme con ella si no conseguía marido? Digo, porque ahora que lo pienso, no la he visto llevar ningún anillo hasta ahora. – Vettel
Ante el pequeño monólogo que escupí, los ojos de Claudia se llenan aún más de lágrimas, antes de volver a hundir mi rostro en su pecho.
– ¡Gracias doctor Samson! Gracias por devolverme a mí niño. Se lo agradezco infinitamente, en verdad gracias. – Claudia
Ante la gran fuerza de Claudia que me mantenía fuertemente aprisionado contra su pecho, no me quedo de otra más que tratar de aguantar el mayor tiempo posible.
Afortunadamente con el doctor Samson cerca, no tuve que sufrir mucho antes de ser liberado.
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Mansión principal de los Pierrepoint, puertas de juicio, Distrito de alta nobleza norte.
– ¿Cómo se encuentra mi hija?
Apenas se despojó de su saco y su sombrero Eliot interrogó al mayordomo que lo esperaba en la entrada.
– La joven maestra hortensia acaba de ser checada por mandan Margaret. Ella seguramente le entregara un reporte si espera en su oficina.
El mayordomo rápidamente recibió ambas prendas y de forma poco disimulada las lanzó a la sirvienta más cercana.
– No, hoy me siento de buen humor. Iré a ver a mi hija y recibiré el informe de paso.
Eliot cómo todo miembro de la familia Pierrepoint no sentía ningún afecto por su descendencia o familiares. En lugar de eso, su decisión había nacido de la curiosidad que el informe de Mili le había generado.
El informe mal redactado y con muchas fallas de ortografía había generado muchas dudas en la mente de Eliot. Pero sobre todo lo había hecho desconfiar de su autenticidad.
– Recuérdame citar a Mili en mi oficina más tarde. Aún hay muchas cosas que no me cuadran de su informe.
El mayordomo asintió mientras caminaba un par de pasos detrás de él.
– Puedo comprender sus sospechas maestro Eliot. Pero dudo que la joven señorita sea demasiado estúpida o en el caso contrario lo suficientemente astuta para hacer algo cómo lo que está pensando.
Las palabras del mayordomo repercutieron atreves de la cabeza de Eliot mientras ambos recorrían los pasillos del segundo piso de la mansión.
Era cierto que su hija hortensia era demasiado suave para los estándares de esta familia. Incluso se atrevería a llamarla “amable” si se diera el caso. Ella carecía de un elemento importante, de una chispa que todos los demás en esta familia tenían y ella no.
– ¡¡Hyaaa!! ¡Maestro Eliot!
De repente y sin previo aviso un grupo de sirvientas aprecio proveniente del corredor al que ambos se dirigían. Todas corrían y gritaban como si huyeran de un voraz incendio, mientras trataban de cubrirse nariz y boca con cualquier pedazo de tela que tuvieran a mano.
– ¡¿Que está sucediendo aquí?! ¡¡Responde Ana!!
Rápidamente el mayordomo confrontó a la mayor de las sirvientas mientras amenazaba con cerrarle el pasó.
– ¡¡Es la joven señorita hortensia!! ¡¡Ella perdido control de su magia y está envenenado el aire!! ¡¡¡Porfavor maestro Eliot, encienda la barrera antes de que la mansión terminé completamente contaminada!!
– Tsk
Después de escuchar tales palabras el mayordomo chasqueo la lengua mientras se hacía a un lado para que las sirvientas pudieran huir.
Sin embargo…
– Oh vaya, que evento tan desafortunado tenemos entre manos. Espero de todo corazón que esas sean todas las sirvientas en esta área de la mansión, es tan difícil encontrar reemplazos en especial con el mercado laboral que tenemos actualmente.
Tan pronto soltó esas palabras Eliot saco su terminal portátil de su bolsillo. Este objeto mágico tenía una apariencia muy similar al de una esmeralda con un corte rectangular escalonado. Pero en realidad era una especie de control remoto con el que se podía controlar todas las funciones de la mansión.
– Activa la barrera Iot 1.
Apenas recibió la orden el cristal en sus manos parpadeó y en respuesta el corredor donde se encontraban brillo.
Los rostros de todo el grupo sirvientas de volvió pálido al entender lo que esto significaba y sin desperdiciar su aliento en inútiles súplicas aceleraron el paso dejando atrás al mayordomo y su señor.
– ¿Lo lograrán?
Al ver las espaldas de las sirvientas desaparecer al final del corredor el mayordomo no pudo evitar soltar esa pregunta.
– Les di el tiempo suficiente, no soy tan cruel. Además…
Fue entonces que Eliot dirigió su mirada al frente mientras una sonrisa se formaba en su rostro.
– La diversión ya viene en camino♪
Tan pronto esas palabras fueron soltadas un grito lastimero se pudo escuchar.
– ¡¡¡Por favor que alguien me salvé!!! ¡¡¡Ayudaaaa!!!
Una sirvienta con un severo sobrepeso pronto hizo acto de presencia. Ella venía desde el mismo corredor que el grupo anterior había abandonado segundos antes.
– ¡¡¡Maestro Eliot!!! ¡¡¡Enrico!!! ¡¡¡Por favor sálveme, no quiero morir, aún soy demasiado joven!!!
La mujer en cuestión apenas podía correr mientras daba tumbos y colisionaba con todo objeto que se encontraba en su camino.
Era un tanto surrealista ver aquella corpulenta mujer ir de izquierda a derecha arrasando con todo florero y obra de arte que se encontraba frente a ella.
O al menos así fue hasta que de un momento a otro tropezó y con un sonido sordo estampó su rostro contra el piso.
– Oh vaya, es el alimento de Wyrm. Ahora veo porque todos actúan tan alarmados.
Sin preocuparse ni un poco por la precaria condición de la sirvienta. Eliot observó la espesa neblina de color verde avanzando por el corredor.
La niebla en cuestión de movía lentamente y solo era lo suficientemente alta como para cubrir los tobillos de una persona adulta. Pero sus efectos eran fulminantes.
– ¡Maestro Eliot, Enrico por favor ayuda!
La sirvienta trató de gatear desesperadamente tan pronto se recuperó del impacto. Pero la espesa niebla era más veloz y antes de que logrará siquiera acercarse a ambos hombres esta la alcanzó.
El espectáculo solo duró diez segundos.
Apenas el veneno envolvió su cuerpo, ella convulsionó violentamente antes de caer muerta con espuma carmesí saliendo de su boca y nariz.
Un final violento, pero también rápido.
– Vaya que tragedia. Por favor Enrico toma nota y envía mis más sinceras condolencias junto a una generosa compensación a la familia de esta mujer.
– Entiendo.
Ambos ignoraron la espesa neblina venenosa que cubría sus pies y simplemente siguieron en lo suyo mientras avanzaban a su destino.
Al cabo de unos minutos llegando a la fuente del constante flujo de niebla verde.
– Muy bien, quiero escuchar una buena explicación de porque hay alimento de Wyrm en los corredores de la mansión.
Apenas entró en la habitación, Eliot soltó el típico regaño de un padre normal. Casi pareciera que la muerte de la sirvienta hubiera sido solo una pequeña travesura.
Sin embargo, la respuesta que vino después fue aún más fuera de lugar.
– Cierra el pico soquete, estoy trabajando.
– ¿Que? ¿Ocaso me has llamado soquete? Te recuerdo Margaret que yo soy el próximo en heredar el cargo de jefe de la familia.
– Dije que cerraras el pico. Además ¿Enserio crees que te respetare solo porque te convertiste en el lame botas del tío? ¡Ja! Por cosas como esas es que Verónica no te respeta en lo más mínimo.
Eliot apretó los dientes ante la insolente mujer de larga cabellera verde. Ella era Margaret su prima y doctora designada para supervisar a su hija. Ella se encuentra en este momento escuchando el corazón de hortensia con ayuda de un estetoscopio.
– Muy bien, tu corazón se escucha bien y no detecto que tú maná muestre signos de más inestabilidad. Bueno con esto deduzco que tú condición es pasajera y recuperarás completo control apenas tu cuerpo se reajuste a sus nuevas necesidades.
Margaret retiro el estetoscopio del pecho de hortensia permitiendo que está se cubriera y recostara en la cama.
La escena en si no era para nada extraña, sin embargo adquiría un matiz un tanto onírico gracias a la espesa niebla verde que se filtraba de las mantas y caía al piso como si de una cascada se tratara.
– ¿Y bien?
Trata de no mostrar su disgusto Eliot pregunto.
– Ella está embarazada, la razón por la que perdió control de su magia de sangre es debido al vínculo.
Eliot sintió la alegría de un hombre que ganaba una apuesta de alto riesgo. Sin embargo, aguanto las ganas salir celebrar y en su lugar decidió saciar si curiosidad.
– El vínculo, dime qué tan fuerte es. Si la compatibilidad entre ambos está comprometiendo su control de nuestra magia significa que…
– No, no es eso soquete. Es justo lo contrario.
Eliot miró a Margaret con auténtica curiosidad en el rostro.
– Por más increíble que parezca la compatibilidad entre ambos es perfecta. De hecho, demasiado perfecta. La razón por la que hortensia no puede controlar su magia de sangre es porque el bebé la esta sobrecargado con más maná del que puede manejar.
– ¿He?
– Ya me escuchaste, resulta que hortensia y el bebé tiene su vínculo invertido. En pocas palabras el bebé le está dando maná a ella y no a la inversa como debe de ser. Ahora me preguntó ¿Cómo rayos pudo pasar esto?
–…
– Oh ya sé ¿Quizás porque unos imbéciles decidieron ir por la segura y alimentar al padre con tanta carne de orco cómo fuera posible? De todas formas, a nosotros no nos van a follar. Que importa si el vientre de la madre termina saturado con maná y hay riesgo de cristalización ¿Verdad? Bueno Eliot, será mejor que te prepares para tener este bloque de la mansión bajo cuarenta los próximos meses, no sé cuánto maná haya dentro de ese bebé pero a este pasó te recomiendo preparar una habitación para Judith y mí.
– ¿Judith?
– Si, no creas que cuidare de hortensia día y noche yo sola. La llamaras y negociaras con ella, al menos claro que tengas a alguien más que pueda tolerar está niebla venenosa.
Fue entonces que Margaret volteo a ver atrás de Eliot dónde sus ojos se encontraron con un mayordomo que parecía estar luchando por mantenerse en pie.
Eliot también se dio cuenta al verlo por el rabillo del ojo pero no lo señaló.
– (suspiro) Está bien tu ganas, ya entendí. Hablaré con Judith enseguida y accederé a tus demandas.
Eliot viéndose completamente acorralado levantó las manos en señal de rendición.
– Enserio, nunca entendí el gusto enfermizo de ustedes por esta clase de experimentos.
– Damas y caballeros del público Margaret la piadosa.
– Llámame como tú quieras, pero eso no cambiará mi opinión. Como fiel creyente de las enseñanzas de nuestro dios Zed mi deber es dar una muerte hermosa a todo aquel que lo merezca. Ni más ni menos.
– Si, si, como tú digas. Ahora solo para terminar quiero hacerle unas preguntas a…
– Zzzzzz.
– ¡¿Ella se quedó dormida mientras hablábamos?!
– ¿Que esperabas? Ella casi no durmió anoche y la sobrecarga de maná le causa fatiga mental extra.
Eliot se sintió tentado de despertar a hortensia, pero solo le basto una mirada de Margaret para que desistir.
– (Suspiro) Muy bien, entonces aré los arreglos inmediatamente en mi oficina.
– Te acompañaré solo para asegurarme qué no vuelvas a pelearte con Judith cuando hables con ella.
Eliot rodó los ojos al escuchar el anuncio de Margaret, sin embargo este no se negó.
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[POV:Hortensia]
– Te acompañaré solo para asegurarme qué no vuelvas a pelearte con Judith cuando hables con ella.
– Has lo que quieras.
*Paso* *Paso* *Paso* *Paso* * Puerta*
.
..
…
Abro los ojos apenas estoy segura que no hay nadie más en la habitación y lentamente me siento utilizando la cabecera de la cama como respaldo.
Con cada movimiento la neblina verde que exuda mi cuerpo crea ondas que se extienden desde la cama hasta el último rincón de la habitación. Creando un espectáculo bastante extraño y hermoso de ver.
Con este nivel de saturación y la barrera levantada no tenía que temer por la presencia de espías.
– Todo este poder y es solo la punta del iceberg.
El aliento de Wyrm era un hechizo intermedio dentro de nuestra magia de línea de sangre. Pero solo se le consideraba cómo tal por su alto consumo de maná, dado a que realmente era muy simple y fácil de utilizar.
Sin embargo, esto era otra cosa. Esto era una manifestación física del poder que se desborda en contra de mi voluntad, era como si mi propia sangre quisiera escapar de mi cuerpo y cubrir el mundo con veneno.
Y eso no era lo más aterrador.
– Yo que portó la sangre de la serpiente que una vez abarcó todo el mundo con su cuerpo, te llamo para que te conviertas en mi espada, ven ¡Eitr!
Hubo el sonido de un gorgoteo y la niebla se agitó como si tratara de huir. Pero después… Después solo hubo silencio.
Por un momento yo misma me había olvidado de respirar. Por un momento sentí que mi corazón se había detenido. Por un momento creí que estaba soñando.
Pero entonces caí en cuenta que todo era real.
Que la espada que sostenía en mi mano y que solo había visto a mi abuelo usar un par de veces era real.
Era Eitr.
El hechizo más poderoso que nuestra magia de línea sangre podía usar.
El veneno definitivo que podía matar gigantes y dragones con solo una gota.
Miré la espada negra y la abaniqué un par de veces. Era ligera, bastante liguera al punto de resultar inconveniente para una espada. Pero eso no importaba por al fin de cuenta no era una espada.
Cambie mi agarre sobre la empuñadura y entonces la espada se convirtió en un látigo, después en una lanza para finalmente tomar la forma de un hacha.
Eso era posible gracias a qué Eitr era en realidad un veneno, un líquido cuya densidad y forma podía ser manipulada libremente por su usuario.
– Es increíble.
Me sentí tentada a sentarme a experimentar por horas los límites y restricciones de este hechizo, pero había asuntos más importantes que tenía que atender antes de que Margaret volviera.
Así que cancelé Eitr y decidí pasar al siguiente punto.
[ Solo espero que no sea demasiado tarde y aún pueda devolverlo]
Sin dudar ningún segundo metí mis dedos al fondo de mi garganta provocándome arcadas.
Afortunadamente no me tomó más de un par de intentos devolver el objeto que había tragado la noche anterior.
No fue hasta que mis ojos se pasaron sobré un pequeño (Dije) dorado en la palma de mi mano que una gran sonrisa apareció en mi rostro.
Ahí grabado se encontraba la cresta de la prestigiosa academia de Maids Vald y no solo eso.
{En reconocimiento y en virtud de sus servicios, la prestigiosa academia de Maids Vald se enorgullece de hacer entrega de esta pieza a su directora número 17 …}
– Claudia Libelux Vald.
Tan pronto esa información entró en mi cabeza todas las piezas del rompecabezas comenzaron a embonar.
No era estúpida, todos sabían muy bien que la familia Vald solo servía y era fiel a una única casa noble.
Y esa noche esa mujer se refirió a el cómo su maestro.
Lo que inevitable significaba…
– Lafou, el padre de este bebé es un Lafou.
Llevé mis manos a mi vientre mientras repetía esas palabras para mí misma.
– Padre, abuelo ¿Cuántos pecados más pretenden apilar sobre nuestros hombros?
Yo era consciente del serio tabú que significaba mezclar magias de línea de sangre. Sabía que si esta información salía a la luz quizás no habría rincón en la tierra para qué este bebé pudiera ocultarse.
Pero incluso restando eso, este bebé tenía un futuro oscuro por delante por el mero hecho de ser descendiente de dos familias malditas.
La sangre maldita de los Pierrepoint.
Y tan odiada sangre de ese hombre que cimentó su ascenso al tronó con un sin número de muertes y guerras.
[¿Que habrá pensado esa mujer cuando tomó la decisión de poner este dije en mi mano?]
Ahora entendía por qué ella dudo tanto antes de aceptar mi trato. Ella debió temer que yo no pudiera lidiar con la verdad.
Sin embargo…
[ Eres una Pierrepoint, nunca vas a ser amada o amar a alguien.]
Mientras escuchaba en el fondo de mi mente las voces de mis padres, coloqué mis manos sobre mi vientre y me concentré en el vínculo recién formado.
[ Eres una Pierrepoint, nunca vas a ser amada o amar a alguien.]
Ahora lo sabía, no tenía dudas al respecto.
Yo amaba a este bebé.
[ Eres una Pierrepoint, nunca vas a ser amada o #@?&$.]
Y para protegerlo, por su futuro.
[ Eres una Pierrepoint, nunca vas a ser amada]
Yo haré lo que sea, incluso si eso significa convertirme completamente en un monstruo. Incluso si eso significa pasar por la horca incluso al mismo emperador.
Yo destruiré hasta el último fragmento de este mundo y crearé uno nuevo en qué este bebé pueda vivir feliz junto a su padre.
Y cuando acabe, la última vida que tomarán mis manos será la mía. Porque yo…
[ Eres una Pierrepoint]