Egao de Maryoku Charge Mugen no Maryoku de Isekai Saisei - 53. Detener a un ladron
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- 53. Detener a un ladron
Gargantilla fusionada con el cuello, vestido verde en el cuerpo, y Tarjeta de Esclava (Bronce) en la mano.
Lilia estaba de pie a la entrada del bosque llena de gran felicidad.
Al mirarla sentí cierta sensación de logro.
Me había tomado tanto tiempo reunir todas estas cosas para Risha, pero sé que pude hacer todo inmediatamente para mi nueva esclava Lilia.
Esta era una sensación que sólo había conseguido en los juegos.
—¿Cómo es? ¿Se siente incómodo?
Dije mientras señalaba mi propio cuello como ejemplo.
—No es nada incómodo. Me queda tan bien que casi me siento como si hubiera nacido con él desu.
—¿Tan bien?
—¡Sí desu!
Dijo Lilia con una sonrisa dibujada en su rostro.
—Una vez más, por favor, cuida de mí desu.
—Sí
Asentí con la cabeza.
Bueno entonces, ya es hora de volver a Ribek para hacer lo que hay que hacer.
—Akito
Una voz conocida llamó y Maya apareció.
Las otras chicas estaban a la espera y solo Maya se acercó.
—Qué coincidencia, ¿qué haces aquí?
—Solo dando una vuelta. ¿Y tú?
—Estamos de patrulla
Dijo Maya y miró a Lilia detrás de mí.
—¿Una nueva esclava?
—Si, su nombre es Lilia.
—Encantada de conocerte, soy la esclava de Cuarta Generación Lilia desu.
—Yo soy Maya. Yo y las chicas de allí eventualmente tendremos hijos de Akito.
—Encantada de conocerte desu.
Las dos mujeres sonrieron al saludarse.
Hablé con Maya.
—Ella tiene las mismas habilidades que Risha y el resto, así que si necesitas algo solo díselo.
—¿El mismo poder?
—Sí.
Asentí y Maya pareció sorprendida.
—¿Está bien? Es nueva, ¿no? Puedo ver… que tiene la gargantilla y el vestido. ¿No estás confiando demasiado en ella?
—¿Es así? Supongo que no te equivocas.
Miré a Lilia.
La eterna esclava.
—Pero como mi esclava merece este grado de confianza.
—Onii-chan……
—Haa……
Lilia parecía profundamente conmovida y Maya parecía un poco estupefacta.,
—Como era de esperar de Akito, siempre tan varonil.
—¿En serio?
—Lo es.
—Ya veo…
Incliné la cabeza hacia un lado.
La verdad es que nunca lo había pensado así.
Quiero decir… es mi esclava… y es una Esclava Eterna.
Desde que llegué a este mundo he experimentado cómo cuidaban y no desobedecían a sus Amos.
Eran incluso más leales que los perros de servicio en mi mundo anterior.
El rasgo racial del Esclavo Eterno parece ser 100% lealtad o eso es lo que parece.
Gracias a eso…no creo que ser ‘Varonil’ tenga nada que ver.
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—¡Maestro hay problemas!
A la mañana siguiente yo estaba durmiendo cuando Risha entró corriendo en mi habitación.
—Hm…¿qué pasa?
—¡Me han robado los nitoka!
—……¿Qué?
Mi somnolencia se esfumó en un instante.
—¿Robado?
—¡Sí! ¡Por favor, ven!
Asentí y me cambié para luego salir de la mansión.
Risha me guió hasta un lugar a las afueras de la ciudad.
—¡Aquí Maestro!
—……Sin duda ha sido robado…
Esta era la línea defensiva de la ciudad, debería haber alrededor de 20 nitoka aquí. Sin embargo, alrededor de la mitad habían desaparecido.
—¿Este es un… ladrón verdad?
—Sí.
—Que……quien podria ser……
—……
Dijo Risha pero al mirar la escena real del crimen… de repente se me ocurrió.
Los lugares donde faltaba nitoka estaban muy limpios.
La plataforma a la que le faltaba el nitoka había sido dejada exactamente como estaba.
Saqué mi DORECA y levanté otra de las nitoka.
El pedestal de la nitoka era exactamente igual a la nitoka desaparecida.
—¿Maestro?
—El DORECA puede levantar objetos creados por un DORECA ignorando el peso…lo sabes verdad?
—S-sí, mi tarjeta de esclavo puede hacer lo mismo también.
—Compara como se ven estos despues de que lo levante.
—Eh……son iguales.
—¿Puedes adivinar al culpable?
—……¡Es Seiya-san!
Asentí con la cabeza.
Hasta ahora, sé de 6 personas con DORECA.
Yo, mis cuatro esclavas, y Seiya.
La esclava de Seiya no debería tener tarjeta por ahora, así que está exenta.
Confío en mis esclavas. No creo que hayan sido ellas.
Entonces el único sospechoso que quedaba era Seiya.
—Ese imbécil……
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En el abundante y desierto páramo.
Seiya y su esclava estaban de pie.
Estaban mirando diez nitoka que se colocaron frente a ellos y Seiya sonreía satisfecho.
—Fufufufufu, con esto….con este poder puedo….
—……
—Humph pero ¿y tú? Eres una inútil. ¿Por qué sus esclavas pueden levantar estas cosas y tú no?
—Lo siento.
—Hmm, como yo pensaba que eras defectuosa. Bueno lo que sea. Lo primero son estos. Con estos puedo…
—¿Puedes qué?
Grité y aparecí ante Seiya.
—¿¡Akihito!? ¿Por qué estás aquí?
—Por suerte, Maya vio a un hombre sospechoso llevándose unos nitoka. Bueno, incluso si no lo hicieran todavía sería capaz de perseguirte.
Saqué mi DORECA y coloqué un círculo mágico.
Salieron varias flechas de material y una de ellas apuntaba al nitoka de aquí.
Era un círculo mágico para nitoka mejorado.
—Argh…
Vi a Seiya gemir y me harté aún más de él.
—Seiya…… realmente has caído muy lejos…
—¿Qué dijiste?
—¡Estás podrido! Piensa en lo que has hecho. Ahora no eres más que un ladrón, ¡un ladrón! Además te escabulles por la noche como un ladronzuelo.
—¡Cállate! ¡Eso está bien! ¡Tienes mucho! ¡Dame un poco!
—……
No se me ocurría qué decir. Estaba pensando… ‘¿qué demonios?’
¿Por qué el ladrón se enfada con la víctima?
—De todas formas me devolverás esto y vendrás conmigo.
—¿Por qué?
—Este asunto se ha extendido a la gente de Ribek. Si no castigo al autor, no estarán satisfechos.
—¿Qué demonios estás diciendo bastardo, es tu pueblo así que por qué tienes que satisfacerlos?
—……
Parece que no importará lo que diga.
Suspiré y levanté las manos.
—¿Qué es eso? ¿Algún tipo de amuleto?
—Mira a tu alrededor, imbécil.
Seiya miró a su alrededor y la sangre se le escurrió de la cara.
Maya y las chicas habían rodeado la zona y tenían nitoka en carros apuntando a Seiya.
Seiya estaba en una abrumadora desventaja mientras rechinaba los dientes y su cuerpo temblaba.
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En la cárcel de Ribek, metimos a Seiya en una celda de aislamiento.
—¡Bastardo! ¡Déjame salir!
Seiya gritó, pero le ignoré.
Hablé como el Señor al carcelero.
—Mantenlo vigilado de cerca. Puede que actúe violentamente, pero no abras la celda pase lo que pase.
—¡Entendido!
—¿Y ves a esa mujer de ahí, la esclava eterna?
Señalé a la esclava eterna de Seiya que estaba en otro lugar.
—¡Sí!
—Deja que esa chica haga lo que quiera aparte de abrir la celda o romper cosas. Si no tienes las cosas necesarias, pregúntale a Yuria.
—¡Entendido!
El carcelero hizo un saludo y comenzó con sus tareas.
Miré a la esclava de Seiya.
Me daba pena que tuviera un Maestro así.
Tenía moratones recientes, pero aún así parecía preocupada por su amo.
Parecía la esclava eterna ejemplar.
Maldita sea……., ¿cómo podía tratar tan mal a una chica tan dulce?
Sinceramente, estaba más enfadado por lo suyo que por el robo.
—¡Akihito!!! ¡Déjame salir ahora! ¡Si no lo haces, te arrepentirás! AKIHITOOOOO!
A le miró con el ceño fruncido y no dijo nada.
Acompañado por los gritos de Seiya, que había caído en la posición de prisionero, salí de la prisión.
Recoges lo que siembras, tonto.