Egao de Maryoku Charge Mugen no Maryoku de Isekai Saisei - 47. Flechas sueltas
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- 47. Flechas sueltas
A la mañana siguiente, en la sala de recepción.
Jahn llegó con cara de suficiencia.
—¿Así que por fin has tomado una decisión?
Su cara parecía decir ‘Ya sé la respuesta aunque no me la digas’.
Lo siento, pero no podré estar a la altura de tus expectativas.
—No tengo intención de estar por debajo de Maxim.
—……¿Huh?
Su cara cambió y parecía que no podía creer lo que estaba escuchando.
—¿Qué acabas de decir?
—No tengo intención de trabajar y vivir a las órdenes de Maxim. Si fuera una alianza o un acuerdo para trabajar juntos, entonces le daría la bienvenida. Pero no tengo ninguna intención de ser gobernado.
—¿Hablas en serio?
—Sí.
—Te arrepentirás de esto. Maxim-sama es un hombre que matará a cualquiera que lo desobedezca seriamente. Este pueblo… no, los cuatro pueblos terminarán aniquilados.
—¿Con los 2.000 soldados?
—Sí, en efecto. ¡2.000 de ellos!
—Bueno, sólo tenemos que matarlos a medida que vienen.
Jahn parecía completamente aturdido.
Su expresión parecía cuestionar mi cordura.
—Te arrepentirás…¿estás seguro?
Eso ya me lo has preguntado…
—Mi respuesta no va a cambiar. Dile a Maxim que si quiere tener una relación de iguales, me encontraré con él a mitad de camino.
Dije con decisión y miré a Jahn.
Lo miré de frente para hacerle saber que no se trataba de una broma, que hablaba en serio.
—……haa, no será culpa mía si luego te arrepientes.
escupió Jahn con cara de desprecio… y luego salió de la habitación.
Desde el pasillo oí un ruido seco. Parece que descargó sus frustraciones contra algo en el pasillo.
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—Maestro, ¿qué haremos hoy?
Fuera de la mansión, mis tres esclavos estaban reunidos frente a mí.
Me consolé un poco con la frase habitual de Risha, y luego les di sus órdenes.
—Suspenderemos la construcción y nos centraremos en el establecimiento de defensas.
Primero expuse nuestro objetivo general y miré a Mira.
—Mira, ve a Kazan y diles que cacen muchos toroi. Si los traen serán recompensados adecuadamente. Cuando no puedan encontrar toroi entonces tráiganlos fuera de la ciudad.
—¡Ok!
Mira salió corriendo.
Nitokas requieren una tarjeta de plata así que necesito hacer eso yo mismo.
Luego miro a Yuria.
—Yuria ve por la ciudad. Necesitas crear y reparar espadas, flechas y arcos.
—Entiendo.
—Si hay algún problema ven a verme. Si algo requiere tarjeta plata o superior tráemelo.
—Entiendo.
Yuria también se puso en marcha.
La única que quedaba era Risha, que me estaba mirando.
Sus ojos parecían brillar como los de un sabueso fiel.
Sus ojos parecían decir: ‘Ahora es mi turno, ¿qué me pedirá que haga?’.
—Risha, vienes conmigo.
—Entiendo.
-La magia ha sido cargada por 5.000-
Esta sería la primera vez que me enfrentaría a un enemigo así en este mundo, así que quería tener a mano a uno de mis esclavos.
Abrí mi menú de DORECA.
En la categoría Arma de mi lista de creación…
Utilicé la función de película que había aparecido cuando actualicé a la tarjeta plateada para comprobar cada una de las armas.
—Oh.
Había encontrado algo bueno.
Era un arma llamada ‘Gradik’.
—Si pudiera… producirla en masa…
Mientras miraba el vídeo, imaginé cómo podría usarse en combate real.
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Risha y yo salimos de Ribek.
Como siempre, el páramo se extendía ante nosotros.
Era una vista que te hacía preguntarte si alguna vez acabaría.
Mientras contemplaba el yermo, realmente pensé que ahora no era el momento de luchar entre nosotros.
—Oh, es cierto, ¿cómo le ha ido al bosque Risha?
—Recientemente, ha habido incluso más animales. Está muy animado. Cuando intento ir a hacer mantenimiento los animales intentan jugar conmigo lo que hace que tarde más tiempo…es un poco problemático.
—Así que los animales te tienen cariño…
La elfa rubia esclava eterna.
Además de eso, Risha es una persona tranquila y sociable, por lo que no es de extrañar que sea del agrado de los animales.
—Si ese es el caso, entonces te lo dejo a ti. Haz lo que quieras con tu tarjeta de bronce.
—¿Está bien?
Preguntó con aire dubitativo.
En esto se diferenciaba de Yuria. Yuria seguiría mis órdenes sin cuestionarlas, mientras que Risha dudaría cuando digo ‘Te lo dejo a ti’.
Bueno, es propio de una dama, así que está bien.
—Por supuesto, te di la tarjeta de bronce porque confío en ti. Si no lo hiciera, todavía tendrías una normal.
—Ah……….
-La magia se ha cargado en 20.000-
Recibí una carga mágica de Risha que había empezado a sonrojarse.
El asunto del bosque había sido resuelto así que Risha y yo perseguimos la flecha del círculo mágico.
Finalmente apareció un monstruo.
Lo que apareció frente a nosotros fue un pájaro del tamaño de una persona.
Todo su cuerpo estaba cubierto de plumas y tenía un pico lleno de dientes afilados.
Sólo con mirarlo, se podía ver que no era amigo de las personas.
Se llamaba puchitsa.
—¿Es eso Maestro?
—Sí, esa es la cosa que tiene el alma/espíritu puchitsa que necesitamos.
—Ah, como la lava…….
—Eso es. Lo derrotaremos Risha.
—¡Sí!
Risha respondió y se preparó.
Saqué mi Espada Eterna Re y toqué la gema roja y Risha fue absorbida.
La hoja empezó a arder.
Decidí darme ventaja en esta batalla y golpeé.
En ese momento, el cuerpo de la puchitsa pareció doblar su tamaño mientras extendía las alas y batía.
Una enorme cantidad de plumas voló hacia mí.
—Hu!
Puse magia en la hoja y giré hacia un lado.
Todas las plumas tenían puntas afiladas, pero fueron quemadas por el poder de mi espada.
Una de ellas consiguió atravesarme y me arañó la mejilla. Inmediatamente, la sangre empezó a correr por mi cara.
(¡Maestro!)
—No es gran cosa.
Me limpié la sangre de la mejilla con el dorso de la mano y volví a atacar a la puchitsa.
Levanté mi espada una vez más y blandí con todas mis fuerzas.
—¡Pigyaaaaaa!
El pájaro gigante chilló.
La hoja de llamas cortó las plumas como si fueran mantequilla, pero el contraataque me alejó mientras me arañaba.
Tomé distancia y me preparé de nuevo mientras murmuraba,
—Hubiera sido bueno tener a Yuria para esto.
(Lo siento.)
—No te deprimas. Estaba pensando que sería bueno tenerlas a las dos.
(¿A las dos?)
—Sí.
Con lo fácil que fue cortar las plumas, creo que el atributo llama de Risha es su debilidad.
Entonces para esquivar las plumas necesitaría el radar de Yuria.
Mezclar los poderes de Risha y los de Yuria estaría bien….
—Será un fastidio dejar que esto se alargue, voy a seguir adelante.
(¡Bien!)
Puse aún más magia que antes, las llamas casi duplicaron su tamaño mientras atacaba al puchitsu directamente de frente con toda mi fuerza.
El extraño pájaro estalló en llamas y pronto cayó al suelo completamente calcinado.
Una bola brillante salió flotando de entre las cenizas.
Era el alma del puchitsu.
Era el material que necesitaba para el gradik.
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—Alma puchitsu…y arco…
Tras curarme con la panacea, coloqué los ingredientes en el círculo e hice un gradik.
El círculo se transformó en un objeto.
Lo que apareció allí fue un arco decorado con plumas blancas.
—Hmm…
Lo cogí y lo examiné.
—¿Cómo es Maestro?
—No sé mucho de arcos. Echa un vistazo.
—Ok.
Risha aceptó el arco de mí y tiró una flecha.
—Apuntaré a esa roca
—Bien.
En el momento en que asentí ella soltó la flecha.
La flecha de Risha voló recta y certera, hasta que a medio camino cambió.
De una flecha… se dividió en cinco.
¡Bam*Bam*Bam*Bam*Bam*Bam*!
Las cinco flechas atravesaron la roca.
Era igual que la película de mi DORECA.
—¿Funcionó bien?
—Sí. Las flechas se convierten en un disparo tipo escopeta. Voy a fabricarlas y usarlas en las líneas defensivas de los pueblos.
—Asombroso….. Nunca he visto un arco como este. ¡Si los tenemos, 2.000 soldados no serán nada!
—No creo que salga tan bien, pero al menos lo hará más fácil.
El gradik y el nitoka.
Mi estrategia implicaba muchos de ellos.
Escopetas y baterías de armas, si tenemos esto entonces creo que nos las arreglaremos.
Para hacer esto realidad, Risha y yo cazamos puchitsus hasta que se nos acabó la panacea.